La ley 39/2006, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia, en su artículo 2.5, define los cuidados no profesionales como la atención prestada a personas en su domicilio, por personas de la familia o de su entorno, no vinculadas a un servicio de atención profesionalizado.
Una persona bien formada, siempre puede controlar mejor la situación, no sólo porque conoce recursos, sino también porque la formación contribuye a conocer mejor la enfermedad de la persona a la que cuida y la evolución de esta; posibilitando así de manera realista, la adaptación continua que requiere la situación de cuidados y que es exigida en el día a día del cuidador/a.
En esta línea surge la ESCUELA DE PERSONAS CUIDADORAS.